Factores de crecimiento para la angiogénesis
terapéutica en las enfermedades cardiovasculares
Factores de crecimiento para la angiogénesis
terapéutica en las enfermedades cardiovasculares
La angiogénesis terapéutica basada en la administración de
factores de crecimiento con actividad angiogénica sirve para promover
el desarrollo de vasos sanguíneos colaterales capaces de suplir
la deficiencia de perfusión secundaria a la obstrucción de las arterias
nativas. En la actualidad, este tipo de terapia se dirige a aquellos
pacientes en los que los tratamientos convencionales
(revascularización quirúrgica o percutánea) han fallado o no
son viables. Los factores de crecimiento angiogénicos que
han sido objeto de un estudio más exhaustivo son el
factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) y el factor
de crecimiento de fibroblastos (FGF). Estas citocinas se pueden
administrar en forma de proteína recombinante o de genes que
codifican para estas proteínas. Cada uno de estos enfoques presenta
una serie de ventajas e inconvenientes que están siendo investigados
en detalle, tanto en modelos animales como en ensayos clínicos con
humanos. Aunque los ensayos clínicos se han basado en series
reducidas de pacientes, a menudo no aleatorizadas, los resultados
preliminares son muy prometedores. Así, por ejemplo, en la isquemia
miocárdica se han obtenido evidencias objetivas de aumento de la perfusión
tisular, y en la enfermedad arterial periférica se ha documentado una
mejoría significativa del dolor en reposo y de las úlceras isquémicas
después de la administración de VEGF y FGF. Contrariamente a lo
esperado, los efectos colaterales de este tipo de intervenciones han
sido pocos, aunque será necesario incluir un mayor número de
pacientes en los ensayos clínicos para probar la seguridad y efectividad
de este tipo de terapia.
factores de crecimiento con actividad angiogénica sirve para promover
el desarrollo de vasos sanguíneos colaterales capaces de suplir
la deficiencia de perfusión secundaria a la obstrucción de las arterias
nativas. En la actualidad, este tipo de terapia se dirige a aquellos
pacientes en los que los tratamientos convencionales
(revascularización quirúrgica o percutánea) han fallado o no
son viables. Los factores de crecimiento angiogénicos que
han sido objeto de un estudio más exhaustivo son el
factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) y el factor
de crecimiento de fibroblastos (FGF). Estas citocinas se pueden
administrar en forma de proteína recombinante o de genes que
codifican para estas proteínas. Cada uno de estos enfoques presenta
una serie de ventajas e inconvenientes que están siendo investigados
en detalle, tanto en modelos animales como en ensayos clínicos con
humanos. Aunque los ensayos clínicos se han basado en series
reducidas de pacientes, a menudo no aleatorizadas, los resultados
preliminares son muy prometedores. Así, por ejemplo, en la isquemia
miocárdica se han obtenido evidencias objetivas de aumento de la perfusión
tisular, y en la enfermedad arterial periférica se ha documentado una
mejoría significativa del dolor en reposo y de las úlceras isquémicas
después de la administración de VEGF y FGF. Contrariamente a lo
esperado, los efectos colaterales de este tipo de intervenciones han
sido pocos, aunque será necesario incluir un mayor número de
pacientes en los ensayos clínicos para probar la seguridad y efectividad
de este tipo de terapia.
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